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Luego de que la Organización Mundial de la Salud (OMS), declarara el fin de la emergencia sanitaria internacional de la pandemia por COVID-19, la Federación Centroamericana y del Caribe de Laboratorios Farmacéuticos (Fedefarma) hace un análisis de la situación y reconoce el aporte de la industria farmacéutica en las áreas de investigación, desarrollo y producción que salvó millones de vidas; sin embargo, es consciente de que aún falta mucho por afrontar en el caso particular de Centroamérica y el Caribe.
La declaración del fin de la emergencia sanitaria es un triunfo de la colaboración de la industria, los gobiernos y todos los sectores de la sociedad que priorizaron la salud de las personas. No obstante, como bien lo mencionó la OMS, a pesar de que la fase de emergencia ha terminado, la pandemia no ha llegado a su fin; lo que representa una oportunidad para seguir promoviendo el acceso a la innovación, y la investigación y el desarrollo de tecnología médica, que permita a los países estar mejor preparados para los retos sanitarios que se puedan presentar.
Según un estudio publicado por la revista médica británica, The Lancet, en el primer año de vacunación se salvaron 20 millones de vidas, lo que contrasta con el fallecimiento de 6,3 millones de personas durante el mismo período.
Para Victoria Brenes, Directora Ejecutiva de Fedefarma, estos datos demuestran el aporte esencial de la innovación y la rápida respuesta de la industria farmacéutica, quienes en menos de un mes de haberse declarado la emergencia sanitaria internacional, tomaron una posición colaborativa y sólo un mes después de recibir la información del patógeno, en abril 2020, iniciaron los primeros ensayos clínicos para el desarrollo de una vacuna contra la COVID-19.
“La pandemia demostró que los países no estaban preparados para afrontar una de las más graves crisis sanitarias del mundo, y también planteó un reto muy importante en Centroamérica y el Caribe. Es necesario que los gobiernos consideren el valor de la innovación y el impacto positivo que tiene en la mejora de la salud y en la calidad de vida de la población, así como que prioricen y fortalezcan los presupuestos para la inversión en la salud pública de una manera sostenible”.
La apuesta por la innovación y la ciencia no solo aseguró el acceso oportuno a las vacunas durante la pandemia, acción que salvó millones de vidas y que, también, contribuyó a la reactivación económica de los países, permitiendo que las personas retomaran sus labores.
Por este motivo, Fedefarma se compromete a seguir trabajando en dos retos clave:
- El acceso oportuno a la innovación: En el caso particular de Centroamérica y el Caribe, existen retos en el área de actualización de listas de medicamentos esenciales y en la eliminación de barreras, para facilitar los procesos de acceso a nuevas terapias, así como en la adopción de mecanismos de compras modernos.
- Revisar las legislaciones que permitan la investigación dirigida a nuevas vacunas, tratamientos y opciones terapéuticas para mejorar la calidad de vida de millones de personas que habitan en la región. Esto, ya que la pandemia demostró que la investigación biomédica y el acceso a ensayos clínicos es esencial para enfrentarse a los retos sanitarios.
La crisis sanitaria, puso en evidencia que los gobiernos, en su intento por disminuir los gastos de salud a corto plazo, subestiman el valor que ofrece la innovación en mejorar estos índices, por lo que la inversión no debería medirse únicamente basado en las necesidades de una pandemia mundial o crisis de salud de un país.